martes, 10 de diciembre de 2013

Un año intenso


No es más intenso que el pasado, ni tampoco, muy probable, más intenso que otros que están por venir, si vienen.
Este año ha sido un año malo políticamente hablando. La crisis sigue aunque olfateo una sensible mejora, pero hemos tenido que gritar mucho este año. Los mismos descosidos a gran escala, si no con una cosa, con otra. Siento no poder arreglarlo. La sociedad es demasiado grande para hallar soluciones en un solo ser humano. Seguiré gritando a mi manera.
A pequeña escala. Cada año lleva impreso un titular o dos...
He llorado y reído mucho por amistad, en sus dos extremos y he experimentado un nuevo umbral de superación personal. Lo que no mata... y una de cal y otra de...
Los años me han quitado amores que sentía imprescindibles pero sin embargo me han devuelto otros con los que me había acostumbrado a sinvivir... Vuelvo a abrir los brazos y siento ese latir de la infancia, esas grandes personas que tanto me han dado y a las que tanto les he dado yo. Por alguna extraña razón hay cosas que se acaban y el desaliento nos mata y nos roba algún tiempo en el que no somos capaces de respirar en ningún sitio. Supongo que todo es por algo, o eso dice mi madre.
He trabajado mucho, más de lo que soy capaz, por el simple hecho de no saber decir que NO. Es absurdo, lo sé. Me he sentido infertil en todos los aspectos posibles, pero también me he hecho fuerte. He creado dentro de un solar vacío. Yo puedo y si yo puedo tú también. Por favor, relevo.
Y bien, llega un año par y con el par mis pares... los adoro. Tengo los mismos deberes todos los años: ir al gimnasio, no engordar, ser mejor persona, trabajar bonito... bla, bla, bla.
Cruzo los dedos para que los segundos de desaliento sean indoloros. Cruzo los dedos para que mis seres queridos también me quieran a mí. Cruzo los dedos para seguir en pie lo mas dignamente posible. Cruzo los dedos, las piernas y el cuerpo entero para que todos estemos bien, sencillamente bien.
Gracias por no abandonar mi blog y feliz año a todos.
:*)

viernes, 24 de mayo de 2013

La ventana




La miro con distancia y sin embargo me he colado en su interior y en su vida... casi sin querer.
Me encantó su concentración, la misma en la que tantas veces me zambullo aunque siempre me matan las interrupciones.
No me sirve la excusa del momento. Está difícil, sí, y muchos se aprovechan de eso.
El sufrimiento es universal. Siempre hay quien está peor de una forma más que evidente, pero no hay dolor comparado al de uno mismo... es humano.
Detesto el hecho de tener que tener el ojo puesto encima de todo lo que tendría que funcionar por defecto... ¿acaso eso no es robar? ¿cuánto vale el tiempo? Si lo pesamos es muy probable que no valga nada, pero, ¿y si lo invertimos?...nos sorprendería el atraco. 
Si eres bueno, o pasas por tonto o por mala persona.
Si haces las cosas bien eres pasto de los carroñeros; y si las haces mal, víctima de la sociedad o de ti mismo.

Algunos confunden la sonrisa con la buena fortuna, es como definir la luz propia con la luz del sol. Señores, la actitud hace que las cosas sean mas fáciles, pero no van servidas en bandeja.

Voy a apagar la luz y a encender el flexo... 

martes, 9 de abril de 2013

Requiebro



Muñecos inocentes,
recortes a tijera,
formas sin sentido que se mezclan, se reproducen.

Los disfraces son una moda intocable,
Es lo mostrenco del ruido, los chillidos multiplicados.
Es el caminar ardiente que se enfría.
Podría no sentir nada, podría.
Puedes seguir siendo una sombra,
Puedes seguir esquivando, mariposa sin color.
Puedes caminar hacia todas las direcciones sin llegar nunca a ningún sitio,
Sin mirar a nadie.
La excusa será siempre la misma y todos diremos lo mismo.
Y todo seguirá igual.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Muda


Muda, sin intelecto verbal.
No me quedan palabras, no me sale la voz.
No tengo nada interesante por decir.
Me voy a sentar aquí, en silencio,
solo para mirarla a ella.


lunes, 11 de febrero de 2013

La tradición


Formentera, invierno del año 2000.
Que siga la tradición.
La chimenea, el perro, el gato y el tiempo.
Cada detalle en la mesa... la hora.
Recuerdo los domingos de verano con fiambrera y sombrilla en la playa,
y los domingos de invierno de madrugones, frío y pesca.
La visita que fotografía los almendros en flor y copia, año tras año, la misma instantánea.
Los higos con pan. Las naranjas bajo el árbol.
Las recetas de la abuela y de la bisabuela. Ahora mías.
Los roles.
El dinero en efectivo y las rondas de carajillo.
La Navidad de los reyes magos.
Los carnavales que invierten el armario de sexo. Y nos reimos, este año, otra vez.
El calco de la vida de las generaciones gracias a la tradición.
Por favor, que siga, que siga, ¡que siga!.